<< La puerta cristalera se abrió y mamá salió al bacón con un zapato en la mano.
-Hola chicos -saludó, limpiando la suela con un paño húmedo-. Desde luego, este edificio es un desastre. En la entrada acabo de pisar un sándwich a medio comer, nada menos.
Me volví para que mamá no viera mi cara y reparé en que el helicóptero de papá, en la distancia, segaba la copa de un árbol, empezaba a arder, caía en espiral y acababa estrellándose contra la gravilla del pipicán, dándole un susto de muerte a un enorme dálmata.
Papá arrojó el mando al suelo, se dejó caer boca abajo y empezó a aporrear la hierba con los puños. >>
Estos son los libros que me gustan.
-Hola chicos -saludó, limpiando la suela con un paño húmedo-. Desde luego, este edificio es un desastre. En la entrada acabo de pisar un sándwich a medio comer, nada menos.
Me volví para que mamá no viera mi cara y reparé en que el helicóptero de papá, en la distancia, segaba la copa de un árbol, empezaba a arder, caía en espiral y acababa estrellándose contra la gravilla del pipicán, dándole un susto de muerte a un enorme dálmata.
Papá arrojó el mando al suelo, se dejó caer boca abajo y empezó a aporrear la hierba con los puños. >>
Estos son los libros que me gustan.
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