sábado, 19 de junio de 2010

Mayonnaise And Marmalade




You showed me everything,
Oh, you took me by the hand.
Puppy dogs and Lincoln Logs,
And castles made of sand.

You gave me the courage,
To spread my newborn wings,
Like Mayonnaise and Marmalade
And other spreadable things.

So I guess you are my hero
And there's something you should know.
I want to make it clear,
So I'm going to sing it slow.

If you weren't a man,
And my father, too,
I'd buy you a diamond ring,
And then I'd marry you.



Es preciosa, sencillamente. Dedicada a esa cosa que ahora mismo ronca con la boca abierta a mi lado en el sofá, y que tiene un
humor tan irónico :)

viernes, 18 de junio de 2010

A Beautiful Mind

Una vez tuve una gran depresión. No sabía exactamente qué era lo que me pasaba, pero todo lo que veía a mi alrededor parecía no tener sentido y creía que todas las vidas que me rodeaban seguían el mismo camino. Aquella etapa fue superada, pero hace poco que entendí el porqué de aquella visión de eterna y extensa banalidad.

Cuando tenía 16 años más o menos y teníamos exámenes de matemáticas, física, química e informática (las asignaturas que más han requerido de mí a lo largo de mi existencia) me dí cuenta de una cosa: sacaba buenas notas, sí, pero había un chico que era diferente. Éramos amigos. Él no estudiaba nada y yo sí lo hacía. Una hora antes del examen de física, le explicaba todo el temario a él. Yo sacaba un 9 y él un 10.

Empecé a darme cuenta de que yo no era ningún genio brillante, y que mis notas eran fruto de mi esfuerzo nada más. Y he ahí el problema. El esfuerzo es lo que hace que gente mediocre crea que tiene una sola posibilidad ante maravillas de la naturaleza como él o como muchos otros en la historia. Pero no la tiene en absoluto.

Sigo pensando que la meta de la humanidad (eso que llaman felicidad) es érronea. La felicidad es aquello a lo que tienes que aspirar si no naces un genio brillante. La felicidad es para los mediocres, como yo. Porque es tan impensable abrir los ojos simplemente y no maravillarse y plantearse el porqué de lo sencillamente cotidiano. Es horrible pensar que hay esto y nada más. Es horrible pensar que no hay una explicación. Pero la hay. Y se están encargando de buscarla.


(Este post fue escrito mientras estaba viendo Una Mente Maravillosa, pero la sobreactuación de Russell Crowe y la frivolidad con la que se ha teñido la historia de repente: un matemático que está buenorro, con un aparente trastorno psicológico y que ahora de repente se ha ligado a la chica buenorra de turno que cree que es lista, pero no lo es; me ha hecho darle al || en el mando del DVD).